Gol de Higgs - impresiones a vuela pluma

Casi al final de la conferencia de esta mañana en el CERN, la cámara enfocó a un señor de más de 80 años que no podía contener las lágrimas. Ese señor era Peter Higgs, que dio su nombre (a pesar de no ser el único implicado) a la partícula misteriosa que hoy, probablemente, ha sido anunciada.
Dejando claro que soy un simple licenciado y profesor de secundaria, y que no me he enterado de la mitad de lo que han explicado, aquí van algunas claves del anuncio de hoy. Seguro que encontráis mejores informaciones de la gente que de verdad sabe de qué habla...

Qué han anunciado hoy
Los dos experimentos principales del LHC (el gran acelerador de partículas del CERN, que hace chocar protones a energías mayores que cualquier otro experimento anterior), ATLAS y CMS, han detectado suficientes pruebas de que existe una partícula cuya masa y propiedades concuerda con lo que el modelo estándar predice que debería ser el bosón de Higgs. Dicho modelo es una lista organizada de todas las partículas que existen (algo así como la “tabla periódica” de la física); todas las partículas que incluye ese modelo habían sido ya descubiertas, excepto el susodicho Higgs. Por tanto, lo de hoy es algo así como “la pieza que faltaba” en un puzzle que lleva abierto más de medio siglo.

Cómo lo han encontrado (o por qué la física de partículas es tan complicada)
Un buen microscopio de colegio te permite ver una célula. Los mejores microscopios electrónicos del mundo permiten “ver” átomos o pequeñas moléculas. Estas partículas, que por algo se llaman subatómicas, son muchísimo más pequeñas, así que no hay “ojo” que las pueda ver; tan solo las podemos detectar por cómo interactúan con otros objetos.
El problema de muchas partículas subatómicas es que no existen “en libertad”, sino que solo perviven durante minúsculas fracciones de segundo antes de decaer en otras distintas, que a su vez puede que decaigan. Además, cuando estas partículas son muy pesadas (comparativamente) hace falta una gran cantidad de energía para que aparezcan; ahí interviene la famosa ecuación E=mc^2, es decir, que la energía se convierte en masa o viceversa.
Lo que el LHC hace es provocar choques de partículas a una energía suficientemente alta para que estas partículas puedan formarse; por desgracia, eso también crea un montón de otras partículas que provocan “ruido de fondo” que complica la detección.
Al final, es como intentar averiguar cómo funciona un reloj por el método de pegarle un martillazo muy fuerte y ver qué piezas salen volando, en qué dirección y a qué velocidad.

Por qué el resultado de hoy es importante
En ciencia no basta con que el experimento te salga bien una vez; hay que hacerlo repetidas veces para asegurarte de que algo no ha ocurrido por casualidad, y luego realizar un montón de cálculos estadísticos para ver lo fiable que son tus resultados. A menudo se utiliza la expresión “nivel de confianza” para calibrar la fiabilidad de un experimento. Los físicos de partículas miden ese nivel de confianza en “sigmas”, y para dar un resultado por definitivo exigen un nivel de confianza de 5 sigmas. Eso quiere decir que la probablidad de que el resultado obtenido se haya dado por casualidad es de en torno a 1 entre 3 millones.
Por ello, cuando Joe Incandela primero y Fabiola Gianotti después mostraron una diapositiva de PowerPoint con el término “5 sigma”, el auditorio estalló en aplausos (y muchos físicos que veíamos el evento en streaming también). Los resultados son aún más impresionantes porque han sido confirmados independientemente por dos experimentos totalmente diferentes (aunque ambos situados en el CERN) y combinan los resultados de muy distintos “canales” (las distintas formas en que la teoría predice que puede decaer el bosón de Higgs).

Por qué el resultado de hoy no es definitivo
Casi al final de la presentación de Fabiola Gianotti (hecha en Comic Sans y con más colorines que un mural de una clase de primaria), había una frase en mayúsculas: “This is just the beginning”. Lo que hoy se ha anunciado es que, casi con toda certeza, esa partícula existe. Pero hay varias explicaciones teóricas de cómo podría comportarse esa partícula, como se relaciona con el resto de la materia, etc. La clave es que ahora los físicos saben dónde buscar para realizar nuevos experimentos y poner a prueba las distintas teorías. Al fin y al cabo, en ciencia una cosa solo es verdadera provisionalmente, y solo es válida si existe un experimento que pueda demostrar que es falsa. Pero resulta conmovedor, hasta el punto de hacer que señores de 80 años rompan a llorar, el ver que lo que la teoría predecía y hasta ahora era imposible de comprobar, de pronto aparece en gráficos y cálculos realizados en experimentos complejísimos.

Y ahora qué
El bosón de Higgs no se come, ni va a arreglar la crisis, ni siquiera sirve para predecir quién ganará el mundial de fútbol. Y sin embargo es noticia de portada en la mayoría de periódicos del mundo, “trending topic”, e incluso ha hecho que yo resucite de entre los muertos a este blog. Por ahora nadie ha encontrado una aplicación práctica a este descubrimiento, que “lo único” que hace es completar nuestro entendimiento acerca de la composición del universo, y tal vez acercarnos un poco más a intuir cómo se formó. En cualquier caso, nadie sabía inicialmente para qué servían los semiconductores, el láser era inicialmente “un descubrimiento en busca de una utilidad”, y nadie imaginó que la relatividad general de Einstein serviría algún día para que el GPS de tu coche sepa cómo volver a tu casa.
Ojalá, como mínimo, el anuncio de hoy sirva para que más gente hable de Física, y algunos chavales que lean sobre ello se planteen estudiar esta carrera en el futuro. Dijo Isaac Newton que la ciencia avanza porque podemos mirar más lejos subidos “a hombros de gigantes”. El descubrimiento de hoy es obra de gigantes, de la colaboración de miles de científicos, de docenas de países, de años de trabajo, de billones de euros. Hoy, para mí y para mucha gente, se ha confirmado una vez más que vale la pena.

Las caras del libro

Me resistí durante mucho tiempo.
Veía a mis compañeros de trabajo enfrascados a la hora de la comida.
Pasaba la mitad de las clases de informática bloqueando accesos de los alumnos a una página con pantalla azul celeste.

En fin, que estaba en contra de eso que llaman redes sociales.



Pero llegó el día de irme al extranjero, y para mantener el contacto con los que dejaba atrás creé una cuenta en el Libro. De repente, además de varios colegas de profesión, me encontré con alguno de mis viejos amigos de los tiempos de la universidad.

A las pocas semanas encontré a un puñado de ex-alumnos de mis primeros cursos (alguno de ellos con un blog interesante), y me enteré de dónde estaban estudiando, de cómo habían cambiado de peinado... de su vida.

Aparecieron en mi radar miembros de mi familia, y de repente podía saber a qué hora se acostaba mi hermano después de un concierto, o qué película iba a ver mi hermana.

Y de pronto, este otoño, pareció que todo el mundo se ponía de acuerdo. En una oleada surgieron docenas de personas a las que casi había olvidado, muchas de mis tiempos del colegio. Y averigüé que quien me vendía juegos para mi primer ordenador ahora es fisioterapeuta en Francia. Que algunas de las chicas más guapas de mi curso andaban por Argentina, Madrid, Munich (échenle un vistazo al nuevo blog de Van, o lean lo que escribía antes), o seguían en Palma; todas, por supuesto, igual de guapas que entonces.

Y anoche todo culminó en una cena, como se hacen estas cosas. Éramos solamente 7, pero alrededor de esa mesa hablamos de hijos y de profes, de trabajo y de viajes, de recuerdos y de sueños. Y algo de los días del colegio volvió a flotar entre las copas de vino. Y nos hicimos fotos, y las etiquetamos y las comentamos. Y nos prometimos seguir en contacto.

Así que aquí me tienen. Descubriendo que, a estas alturas, además de cuántos amigos tienes importa a cuántos puedes recuperar. Y eso que aún no he llegado a los cien...

Guarnición: ... pero sí hay más de cien mentiras que valen la pena.

Imagen: Faces Collage, de Lush.i.ous

Postdata: He aprovechado para reordenar un poco la despensa... Si les apetece, echen un vistazo ustedes mismos.

Volver

Volver a España
En el avión de Ginebra a Madrid descubrí que cerraba el periodo más largo lejos del país (cuatro meses). Incluso en mis años universitarios, no pasaban más de tres meses entre viaje y viaje. Y me encontré buscando los detalles, los pequeños cambios: las tiendas del barrio que habían cambiado, lo que habían crecido los niños del parque, cuánto vale ahora el litro de gasolina. No estaba comparando; tengo la sensación de vivir en una burbuja internacional más que en Suiza, y al fin y al cabo, rarezas aparte, es Europa. Pero me gusta encontrarme las tiendas abiertas a las 9, gente en las calles, luz en las ventanas. No me arrepiento de irme, pero me gusta volver.

Volver al cole
Cuando, en los años 90, el gobierno británico se planteaba invertir en el nuevo acelerador de partículas del CERN, uno de los beneficios que los científicos planteaban era el descubrimiento del bosón de Higgs. Los responsables del gobierno pidieron una explicación comprensible de qué era el bicho ese, y la mejor explicación lo comparaba con Margaret Thatcher entrando a una reunión del partido conservador.
Pues bien, el pasado jueves, paseando por los pasillos de mi antiguo colegio, me sentí como Margaret Thatcher. Algunos quizá simplemente se sorprendieron de verme; alguno había que no sabía que me había ido (!), pero a mi ego, al que no saco a pasear todo lo que querría, le gustó mucho ver la de gente que me saludaba, que me contaba cosas.
Tengo la sensación de haberme ido en el momento correcto; de que los cambios que han ocurrido últimamente en mi ex-casa van en dirección contraria a los que me gustaría haber hecho yo. Pero mis compañeros (esos nunca serán ex) siguen trabajando e intentando transmitir su entusiasmo desde la pizarra; y mis ex-alumnos (y sin embargo... ¿amigos?) siguen demostrando, día a día, que hay vida más allá del viernes noche.
La tragicomedia del (lack-of-)talent show, con su final agridulce, será narrada, sin duda, por cronistas más apropiados. Pero pase lo que pase, siempre me apetecerá volver a saludar a toda esa gente; dentro o fuera de las paredes. No me arrepiento de irme, pero me encantó volver a veros.

Volver a escribir
Tres meses largos sin pasarme por aquí. Con artículos escritos mentalmente pero sin la disciplina mental para ponerme al teclado. Creyendo que a nadie le importaba lo que escribiera o dejara de escribir.
Hasta que, pocas horas después de descubrirlo en mi lector de blogs, me llegó el aviso. Aún así, pasaron las semanas y seguí sin escribir, dejándolo para después, atrapado por la montaña de cosas por corregir o perdiendo el tiempo miserablemente.
Aquí me tienen, pues. Sin promesas, pero alegre de recuperar el contacto. Esperando que ustedes también me cuenten cosas. Reanudando la conversación pendiente. Removiendo la fondue. ¿Quieren probar una cucharada?
Me arrepiento de haberme ido. Pero estoy encantado de haber vuelto, y pienso quedarme.

Guarnición: Estuve tentado de ponerles a Pé haciendo playback, pero aún no les había puesto a los Fab Four, así que, ya saben: I'm back!

¿No estamos muertos?

a few years after the big bang
Llevo toda la semana oyendo hablar de ciencia por los pasillos.
Debería alegrarme de que mis alumnos muestren interés por mi asignatura, discutan pros y contras, etc.
Pero la lástima es que su mayor pregunta es "¿se va a acabar el mundo hoy?" Entiéndanlos, vivimos a unos 60 km de Ginebra, la sede del CERN. Y si los periódicos españoles van cargaditos con el tema, y hasta en xkcd hacen chistes sobre ello, imagínense por aquí. Hasta me han dicho que algún alumno, visto lo que ha visto y oído lo que ha oído, lloraba de nervios esta mañana por el pasillo.
Ustedes saben que soy un tecnoprofe divulgativo, así que no me quedó más remedio que atacar el asunto de raíz. Pero ya les decía el otro día que siempre hay alguien que lo cuenta mejor que uno, así que cuando se harten de oír tonterías sobre el asunto del LHC, vayan y lean el artículo de Javier Sampedro en El País. Sigan ilustrándose con la fascinante galería de fotos en The Big Picture. Luego echen unas risas con el Large Hadron Rap que aparece en mi post.

Finalmente, comprueben si el mundo se ha terminado de repente. (Los más geeks le encontrarán la gracia al código fuente de la página)

Y con todo ello, disfruten de la vuelta al cole.

Imagen: A few years after the big bang, de gari.baldi

Guarnición: Óscar P me puso una vez esta canción en las "tomas falsas" de su trabajo de Tecnología. Ah, gracias por los ánimos: I feel fine!

Uno de esos días

/disapprove

Llueve.
Llovía esta mañana al despertarme y no ha parado de hacerlo hasta ahora, la 1 de la madrugada. De vez en cuando un relámpago ilumina de golpe el salón a oscuras.
El correo electrónico no ha parado de llover tampoco; y no precisamente buenas noticias.
La lavadora que por fin nos iba a liberar de pedir favores llegó, pero sin posibilidad de instalación. Vuelva usted a la tienda, pida una devolución, elija otro modelo, tardará 2 semanas.
Mi técnico de laboratorio - un holandés generalmente encantador- manda un correo a todo el Departamento de Ciencias quejándose del estado en que alguien dejó uno de los laboratorios hoy. Sí, han adivinado quién fue. Y encima el correo llevaba copia al director de secundaria.
Y para rematar, un correo de un padre (aquí las direcciones de los profesores son públicas, y los padres las usan y mucho) quejándose de que había regañado a su hijo. Mejor no les cuento por qué, no les quiero aburrir.
Y sigue lloviendo.
Y no hay manera de dormir.
Y mañana será otro día.

Imagen: "/disapprove", de striatic

Guarnición: A Van Morrison se lo dijo su mamá: habrá días así.

Cara a la pared

Joey is the mouth. There is one in every classroom together with the complainer, the clown, the goody-goody, the beauty queen, the volunteer for everything, the jock, the intellectual, the momma's boy, the mystic, the sissy, the lover, the critic, the jerk, the religious fanatic who sees sin everywhere, the brooding one who sits in the back staring at the desk, the happy one, the saint who finds god in all creatures. It's the job of the mouth to ask questions, anything to keep the teacher from the boring lesson.


Justo la semana antes de empezar el curso releí este libro, del mismo autor que Las Cenizas de Ángela. Da rabia encontrar a alguien que explica mucho mejor que uno mismo las cosas que a uno le pasan; pero así es la vida de los escritores aficionados.
TIME TO TEACH AND LEARN
En fin, que ya ha empezado el curso, al menos en estas latitudes. He visto por lo menos una vez a mis cuatro clases, y estoy intentando clasificar a mis alumnos en alguna de las categorías citadas. Está claro que McCourt tenía muchos más alumnos por clase que yo...
Primeras impresiones: es curioso no tener que disimular más mi nacionalidad para dar clase en inglés. Mis ex-alumnos recordarán cómo se pasaban las dos primeras clases tratando de descifrar si era inglés o español; ahora tengo alumnos de todo pelaje a los que no les sorprende que un españolito les dé clase en inglés.
Mi primera clase de Year 9 fue sorprendentemente silenciosa. Luego en otras ha habido algo más de movimiento, pero resulta inquietante lo poco que he tenido que pedir a la gente que se calle en tres días de clase.
También noto la necesidad de planificación, sobre todo porque tres de mis cuatro grupos los doy en paralelo con otro compañero y tenemos que acordar qué vamos a explicar, qué prácticas realizamos... He preparado más clases esta semana que en un trimestre del curso pasado.
Y luego está mi grupo de Year 13. 12 chicos y una chica que están a la mitad de la preparación de sus exámenes de Bachillerato Internacional, con las implicaciones de laboratorio, teoría, ejercicios, etc. Creo que tienen unas expectativas muy altas de mí y habrá que estar a la altura.
Mañana será lunes y empezará la primera semana completa. Esto ya no hay quien lo pare...

Ah, per cert... Molts d'anys, Neus!

Guarnición: No saben las ganas que tenía de ponerles a Pink Floyd en esta entrada...

En sus marcas...

startSe acabó la espera. Ha pasado una semana llena de reuniones, información, apuntes, fotocopias, caras nuevas. Las listas de clase están impresas, los cuadernos esperan en montones en el aula, las fotocopias del horario preparadas en la carpeta.
¿Qué recuerdos tiene uno de su primer día de clase? ¿Qué impresión tendrán los alumnos nuevos de mi tutoría? ¿Qué pensará Marc de sus compañeros, de su profesora, de toda esta gente que habla raro?
Habrá tiempo de hacer reflexiones más profundas. Por ahora, tan sólo el cansancio y la saturación de información. Se apagan las luces, silencio en sala: se va a abrir el telón...

Imagen: "Start", de Matt Westerwelt"


Guarnición: Pensaba ponerles algo más fuertecillo, pero creo que Lennon le pega más al plato de hoy.