Las caras del libro

Me resistí durante mucho tiempo.
Veía a mis compañeros de trabajo enfrascados a la hora de la comida.
Pasaba la mitad de las clases de informática bloqueando accesos de los alumnos a una página con pantalla azul celeste.

En fin, que estaba en contra de eso que llaman redes sociales.



Pero llegó el día de irme al extranjero, y para mantener el contacto con los que dejaba atrás creé una cuenta en el Libro. De repente, además de varios colegas de profesión, me encontré con alguno de mis viejos amigos de los tiempos de la universidad.

A las pocas semanas encontré a un puñado de ex-alumnos de mis primeros cursos (alguno de ellos con un blog interesante), y me enteré de dónde estaban estudiando, de cómo habían cambiado de peinado... de su vida.

Aparecieron en mi radar miembros de mi familia, y de repente podía saber a qué hora se acostaba mi hermano después de un concierto, o qué película iba a ver mi hermana.

Y de pronto, este otoño, pareció que todo el mundo se ponía de acuerdo. En una oleada surgieron docenas de personas a las que casi había olvidado, muchas de mis tiempos del colegio. Y averigüé que quien me vendía juegos para mi primer ordenador ahora es fisioterapeuta en Francia. Que algunas de las chicas más guapas de mi curso andaban por Argentina, Madrid, Munich (échenle un vistazo al nuevo blog de Van, o lean lo que escribía antes), o seguían en Palma; todas, por supuesto, igual de guapas que entonces.

Y anoche todo culminó en una cena, como se hacen estas cosas. Éramos solamente 7, pero alrededor de esa mesa hablamos de hijos y de profes, de trabajo y de viajes, de recuerdos y de sueños. Y algo de los días del colegio volvió a flotar entre las copas de vino. Y nos hicimos fotos, y las etiquetamos y las comentamos. Y nos prometimos seguir en contacto.

Así que aquí me tienen. Descubriendo que, a estas alturas, además de cuántos amigos tienes importa a cuántos puedes recuperar. Y eso que aún no he llegado a los cien...

Guarnición: ... pero sí hay más de cien mentiras que valen la pena.

Imagen: Faces Collage, de Lush.i.ous

Postdata: He aprovechado para reordenar un poco la despensa... Si les apetece, echen un vistazo ustedes mismos.

Volver

Volver a España
En el avión de Ginebra a Madrid descubrí que cerraba el periodo más largo lejos del país (cuatro meses). Incluso en mis años universitarios, no pasaban más de tres meses entre viaje y viaje. Y me encontré buscando los detalles, los pequeños cambios: las tiendas del barrio que habían cambiado, lo que habían crecido los niños del parque, cuánto vale ahora el litro de gasolina. No estaba comparando; tengo la sensación de vivir en una burbuja internacional más que en Suiza, y al fin y al cabo, rarezas aparte, es Europa. Pero me gusta encontrarme las tiendas abiertas a las 9, gente en las calles, luz en las ventanas. No me arrepiento de irme, pero me gusta volver.

Volver al cole
Cuando, en los años 90, el gobierno británico se planteaba invertir en el nuevo acelerador de partículas del CERN, uno de los beneficios que los científicos planteaban era el descubrimiento del bosón de Higgs. Los responsables del gobierno pidieron una explicación comprensible de qué era el bicho ese, y la mejor explicación lo comparaba con Margaret Thatcher entrando a una reunión del partido conservador.
Pues bien, el pasado jueves, paseando por los pasillos de mi antiguo colegio, me sentí como Margaret Thatcher. Algunos quizá simplemente se sorprendieron de verme; alguno había que no sabía que me había ido (!), pero a mi ego, al que no saco a pasear todo lo que querría, le gustó mucho ver la de gente que me saludaba, que me contaba cosas.
Tengo la sensación de haberme ido en el momento correcto; de que los cambios que han ocurrido últimamente en mi ex-casa van en dirección contraria a los que me gustaría haber hecho yo. Pero mis compañeros (esos nunca serán ex) siguen trabajando e intentando transmitir su entusiasmo desde la pizarra; y mis ex-alumnos (y sin embargo... ¿amigos?) siguen demostrando, día a día, que hay vida más allá del viernes noche.
La tragicomedia del (lack-of-)talent show, con su final agridulce, será narrada, sin duda, por cronistas más apropiados. Pero pase lo que pase, siempre me apetecerá volver a saludar a toda esa gente; dentro o fuera de las paredes. No me arrepiento de irme, pero me encantó volver a veros.

Volver a escribir
Tres meses largos sin pasarme por aquí. Con artículos escritos mentalmente pero sin la disciplina mental para ponerme al teclado. Creyendo que a nadie le importaba lo que escribiera o dejara de escribir.
Hasta que, pocas horas después de descubrirlo en mi lector de blogs, me llegó el aviso. Aún así, pasaron las semanas y seguí sin escribir, dejándolo para después, atrapado por la montaña de cosas por corregir o perdiendo el tiempo miserablemente.
Aquí me tienen, pues. Sin promesas, pero alegre de recuperar el contacto. Esperando que ustedes también me cuenten cosas. Reanudando la conversación pendiente. Removiendo la fondue. ¿Quieren probar una cucharada?
Me arrepiento de haberme ido. Pero estoy encantado de haber vuelto, y pienso quedarme.

Guarnición: Estuve tentado de ponerles a Pé haciendo playback, pero aún no les había puesto a los Fab Four, así que, ya saben: I'm back!

¿No estamos muertos?

a few years after the big bang
Llevo toda la semana oyendo hablar de ciencia por los pasillos.
Debería alegrarme de que mis alumnos muestren interés por mi asignatura, discutan pros y contras, etc.
Pero la lástima es que su mayor pregunta es "¿se va a acabar el mundo hoy?" Entiéndanlos, vivimos a unos 60 km de Ginebra, la sede del CERN. Y si los periódicos españoles van cargaditos con el tema, y hasta en xkcd hacen chistes sobre ello, imagínense por aquí. Hasta me han dicho que algún alumno, visto lo que ha visto y oído lo que ha oído, lloraba de nervios esta mañana por el pasillo.
Ustedes saben que soy un tecnoprofe divulgativo, así que no me quedó más remedio que atacar el asunto de raíz. Pero ya les decía el otro día que siempre hay alguien que lo cuenta mejor que uno, así que cuando se harten de oír tonterías sobre el asunto del LHC, vayan y lean el artículo de Javier Sampedro en El País. Sigan ilustrándose con la fascinante galería de fotos en The Big Picture. Luego echen unas risas con el Large Hadron Rap que aparece en mi post.

Finalmente, comprueben si el mundo se ha terminado de repente. (Los más geeks le encontrarán la gracia al código fuente de la página)

Y con todo ello, disfruten de la vuelta al cole.

Imagen: A few years after the big bang, de gari.baldi

Guarnición: Óscar P me puso una vez esta canción en las "tomas falsas" de su trabajo de Tecnología. Ah, gracias por los ánimos: I feel fine!

Uno de esos días

/disapprove

Llueve.
Llovía esta mañana al despertarme y no ha parado de hacerlo hasta ahora, la 1 de la madrugada. De vez en cuando un relámpago ilumina de golpe el salón a oscuras.
El correo electrónico no ha parado de llover tampoco; y no precisamente buenas noticias.
La lavadora que por fin nos iba a liberar de pedir favores llegó, pero sin posibilidad de instalación. Vuelva usted a la tienda, pida una devolución, elija otro modelo, tardará 2 semanas.
Mi técnico de laboratorio - un holandés generalmente encantador- manda un correo a todo el Departamento de Ciencias quejándose del estado en que alguien dejó uno de los laboratorios hoy. Sí, han adivinado quién fue. Y encima el correo llevaba copia al director de secundaria.
Y para rematar, un correo de un padre (aquí las direcciones de los profesores son públicas, y los padres las usan y mucho) quejándose de que había regañado a su hijo. Mejor no les cuento por qué, no les quiero aburrir.
Y sigue lloviendo.
Y no hay manera de dormir.
Y mañana será otro día.

Imagen: "/disapprove", de striatic

Guarnición: A Van Morrison se lo dijo su mamá: habrá días así.

Cara a la pared

Joey is the mouth. There is one in every classroom together with the complainer, the clown, the goody-goody, the beauty queen, the volunteer for everything, the jock, the intellectual, the momma's boy, the mystic, the sissy, the lover, the critic, the jerk, the religious fanatic who sees sin everywhere, the brooding one who sits in the back staring at the desk, the happy one, the saint who finds god in all creatures. It's the job of the mouth to ask questions, anything to keep the teacher from the boring lesson.


Justo la semana antes de empezar el curso releí este libro, del mismo autor que Las Cenizas de Ángela. Da rabia encontrar a alguien que explica mucho mejor que uno mismo las cosas que a uno le pasan; pero así es la vida de los escritores aficionados.
TIME TO TEACH AND LEARN
En fin, que ya ha empezado el curso, al menos en estas latitudes. He visto por lo menos una vez a mis cuatro clases, y estoy intentando clasificar a mis alumnos en alguna de las categorías citadas. Está claro que McCourt tenía muchos más alumnos por clase que yo...
Primeras impresiones: es curioso no tener que disimular más mi nacionalidad para dar clase en inglés. Mis ex-alumnos recordarán cómo se pasaban las dos primeras clases tratando de descifrar si era inglés o español; ahora tengo alumnos de todo pelaje a los que no les sorprende que un españolito les dé clase en inglés.
Mi primera clase de Year 9 fue sorprendentemente silenciosa. Luego en otras ha habido algo más de movimiento, pero resulta inquietante lo poco que he tenido que pedir a la gente que se calle en tres días de clase.
También noto la necesidad de planificación, sobre todo porque tres de mis cuatro grupos los doy en paralelo con otro compañero y tenemos que acordar qué vamos a explicar, qué prácticas realizamos... He preparado más clases esta semana que en un trimestre del curso pasado.
Y luego está mi grupo de Year 13. 12 chicos y una chica que están a la mitad de la preparación de sus exámenes de Bachillerato Internacional, con las implicaciones de laboratorio, teoría, ejercicios, etc. Creo que tienen unas expectativas muy altas de mí y habrá que estar a la altura.
Mañana será lunes y empezará la primera semana completa. Esto ya no hay quien lo pare...

Ah, per cert... Molts d'anys, Neus!

Guarnición: No saben las ganas que tenía de ponerles a Pink Floyd en esta entrada...

En sus marcas...

startSe acabó la espera. Ha pasado una semana llena de reuniones, información, apuntes, fotocopias, caras nuevas. Las listas de clase están impresas, los cuadernos esperan en montones en el aula, las fotocopias del horario preparadas en la carpeta.
¿Qué recuerdos tiene uno de su primer día de clase? ¿Qué impresión tendrán los alumnos nuevos de mi tutoría? ¿Qué pensará Marc de sus compañeros, de su profesora, de toda esta gente que habla raro?
Habrá tiempo de hacer reflexiones más profundas. Por ahora, tan sólo el cansancio y la saturación de información. Se apagan las luces, silencio en sala: se va a abrir el telón...

Imagen: "Start", de Matt Westerwelt"


Guarnición: Pensaba ponerles algo más fuertecillo, pero creo que Lennon le pega más al plato de hoy.

Silencio



No hay palabras.
A primera hora de la tarde se me ocurrió abrir la web de El País, y me encontré con las noticias: 25 muertos en un accidente. Al cabo de un rato, 40. Luego la radio hablaba de más de 100. Esta noche, 150.
Y de repente sonó el móvil de Clara. Un buen amigo suyo de hace tiempo, a quien yo no conocía, estaba en ese maldito avión. Mierda.
Espero que estéis todos bien. Que ni vosotros ni ninguno de los vuestros se estuviera yendo hoy a Canarias. Que vuestra tristeza no tenga nombre y apellidos.
¿Por qué diablos pasa algo cada vez que cambio de empleo?
Esta noche, más que nunca, tengo a Madrid en el corazón.

Como comprenderán, no hay guarnición que valga...


Imagen: Night lights

Compré una pala en Ikea para cavar mi propia tumba

¡Saludos suizos!
Ahora que al menos mi conexión a Internet parece funcionar, paso a contarles mis primeras impresiones y aventuras de estos primeros días, si es que a alguien le interesa...
Toolkit
Llevo tres días encerrado con un montón de cajas procedentes de La-Tienda-que-no-Debe-Ser-Nombrada, apretando centenares de tornillos, taladrando docenas de agujeros... En fin, tratando de convertir cuatro paredes en una casa. Para que se hagan una idea, aquí en los pisos de alquiler la gente tiene que poner hasta las lámparas y las cortinas... Y todo eso, inicialmente sin tele ni ordenador, tan solo un radio despertador sintonizado en Radio Lac (una especie de Kiss FM pero con pop francés en vez de español)

Hoy lunes he aparecido ya por mi puesto de trabajo; empiezo mañana, pero conviene quedar bien con los jefes. Primer mosqueo: los teclados suizos. No sé cuántos de ustedes habrán manejado un teclado de ordenador en un país extranjero. Acepto que no haya ñ; que poner un acento sea complicado; que los símbolos y signos de puntuación estén en lugares inverosímiles... ¡pero no me cambie la Y por la Z, oiga! Aunque peor lo debió pasar alguien que yo me sé por tierras japonesas...

Queda mucho por hacer: las cajas con los libros y los CDs van llegando poco a poco a la oficina de correos, habrá reuniones con tirios y troyanos esta semana; y todo eso antes de que llegue Marc con mis padres el sábado y empiece el curso ¡el próximo miércoles! Permanezcan atentos a sus lectores de RSS...

Ah, por cierto, el título del post es el de una obra de teatro que una vez me invitaron a ver... les juro que no me lo invento.

Guarnición: Hay quien cree que sólo pongo canciones antiguas... les dejo con esta con la que me han bombardeado todos estos días en la radio que les contaba. Quizá, por una vez, me anticipe a las canciones de la semana.

Cerrado por mudanzas

Este es el último texto (por ahora) escrito desde territorio español. Mañana comienza mi peregrinación en coche. Si ven un Ford Focus cargado hasta los topes, salúdenme con cuidado. La ensaimada se convierte en fondue. Nos vemos en Suiza. Pórtense bien, que no sé cuánto tardaré en tener Internet para contárselo.

Guarnición: Loquillo quiere un camión; a mí no me vendría mal...

Uno (o dos) en un millón

A ver si alguien me echa una mano con estos cálculos.Give it away

Alumnos a los que he dado clase en mi colegio anterior = 7 años x 8 grupos cada año (media) x 25 alumnos por clase (media)= 1400. Tal vez habría que aplicar un factor de corrección, porque a muchos alumnos les he tenido más de un año o en más de un grupo.
Distancia Madrid-Benidorm = 476 km
Población de Benidorm en verano: Entre 70.000 y 1.000.000, según consideremos residentes o veraneantes.

Dados los siguientes datos, calcular:
a) Probabilidad de que dos ex-alumnos de un determinado profesor estén en Benidorm.
b) Probabilidad de que los susodichos alumnos se alojen en el mismo edificio que la familia del susodicho profesor.
c) Probabilidad de que los repetidamente mencionados alumnos y el aún más mencionado profesor se encuentren en la puerta del edificio en el mismo instante en que el profesor llega con sus maletas.

¿Entienden mi asombro al oír una voz que gritó "¡Mr R!" en las circunstancias anteriores?

Podría contarles además que uno de ellos parecía estar muy bien acompañado, pero ya saben que lo mío no es el cotilleo... ;-)

Dedico esta entrada a Raquel, que me pedía que hablase de sus compañeros de grupo de ciencias... Espero que a partir de ahora nos cuente algo ella en su recién estrenado (y casi inmaculado) blog.

(Imagen: "Give it away", por Graham I.)

Guarnición: "Fame", bien sea la canción de Bowie o en la de Irene Cara para la película del mismo título.

Viaje con nosotros

Algo tendrían que contar las estaciones,
algo dirán las terminales de aeropuerto
(Quique González, "Y los conserjes de noche")

Algunos de mis (cuatro) lectores tienen vidas mucho más intensas que les llevan a Inglaterra, las Bermudas y no sé cuántos sitios más en menos de lo que se tarda en decir "easyJet".
Yo soy una persona de costumbres sencillas: una temporada con mis padres, quizá un viajecito sin niño o con él... y pare de contar.

Salvo este verano, en el que me ha pasado esto.

Ver mapa más grande

Me he pasado el verano entre aeropuertos, peajes, estaciones de tren. Intentando conjugar a la vez mis despedidas, mis nuevos compromisos, mis vacaciones. Aún no me he vuelto loco, pero estoy en ello.

Disfruten del verano, donde quiera que les pille.

Life on Mars

Este es un artículo destinado casi íntegramente a una sola persona. Es decir, una audiencia muy superior a la habitual...
Para los demás, algunos ya saben que sigo con interés el blog que escribe uno de mis ya ex-alumnos. A pesar de que hable de sus compañeros en clave (y no así de sus profes), lo he seguido con interés, no solo voyeurístico (que también), sino literario. Me gusta cómo escribe su autor. Eso es algo que ya escribí en su momento, pero era en un rincón oculto de otro blog, así que ahora lo digo en voz muy alta: este tío vale.
Pero ahora resulta que me ha citado en cuatro entradas consecutivas (aunque aparecidas en la red tiempo después de que empezaran a escribirse). Con todas las letras. Pidiendo mi opinión. Hablando incluso bien de mí.
Con lo que solo tenía dos opciones: escribir un comentario en cada entrada, o escribir mi propio texto al respecto. Como comprenderán... he hecho ambas cosas.

[Actualización 18/07: Cuando tenía este post a medio escribir y encarrilado, va el muy 善良な男 y se marca esto. Y encima lo fecha el 24 de junio, para que parezca que se le ocurrió antes. Si es que...]

Así que Miguel Ángel, con todas las letras, va por usted.

No es fácil ser a la vez el que eres, el que quieres ser y el que quieren que seas. No es sencillo soportar a la vez lo que tus padres desean para ti, lo que tus amigos esperan que hagas, lo que tus profesores creen que puedes lograr. En fin, que no es fácil tener 17 años.
Y sin embargo vas tú y lo haces. Con la misma elegancia con la que resuelves un problema de física, con el mismo estilo con que anotas desde 5 metros, nos cuentas a todos lo que te pasa por la cabeza o por esa otra víscera sobrevalorada.
Hay alumnos con los que he tenido mucha confianza. Gente que me encuentra por los pasillos y me cuenta un chiste, gente con la que paso horas "arreglando el mundo", gente (caviar de Riofrío), que pasa sus ratos libres discutiendo de física conmigo. Tú y yo hemos hablado poco, casi nunca fuera de clase. Y sin embargo ha habido un vínculo de confianza... ¿o fue más bien un hipervínculo?
Nos hemos leído en vez de habernos reído, hemos blogueado y no hemos charlado. He sido testigo de tus textos, he admirado tu vena literaria, he sido consciente de mi edad al no conocer casi ninguna de las canciones que seleccionabas, me he devanado los sesos para descifrar los criptogramas con los que te refieres a tus compañeros de curso. Te he visto pasar del cabreo y la desesperación a saborear las dulces uvas de la Ira.
Y sé que te irá bien. Sé que, a pesar de los palos, de las desilusiones, de los fracasos, cumplirás tus sueños. Venía en el periódico de hoy una entrevista con un famoso neurobiólogo (así alegramos a tu padre de paso), y decía lo siguiente:

Según mi filosofía, uno debiera tener sueños imposibles sólo si supone que los va a transformar en posibles. Dedicarse a sueños imposibles que uno sabe que no son realizables es perder el tiempo.
Creo que solo te falta tener claros esos sueños para poder empezarlos a cumplir. Te seguiré leyendo, y desde la distancia esperaré que escribas. Me gustará saber los pasos que vas dando, el camino al andar que vas haciendo. Y así mantendré un puente tendido con esas aulas y esos compañeros.
Ha sido un honor darte clases, aunque fuera poco tiempo. Es un placer tenerte como corresponsal. Nos seguimos debiendo tomarnos algo. Hasta pronto.

(La imagen de hoy es un fragmento, que al pincharla abre un fragmento algo mayor, del homenaje-parodia de estos muchachos. Miguel Ángel anda camuflado por ahí bajo varios brochazos de Photoshop. Hubiera querido reproducir el póster completo, pero con la cámara no hubo manera y esto es todo lo que entra en el scanner...)

Reencuentros. Despedidas

El mar. El olor a salitre mientras el coche enfila el Paseo Marítimo. La humedad que te pega la camiseta a la piel. La aterradora rampa del garaje.

Mis padres. Las cien mil preguntas sobre los nuevos tiempos. Un mapa sobre la mesa del salón. Un abrazo sin palabras. Un beso como cuando era un niño. La sensación de culpa al encontrarme la cama hecha.

Mi habitación. Los muebles cambiados de sitio una y mil veces para adaptarse a mi nueva realidad. Las novelas que nunca me llevé, algunas sin terminar, otras sin empezar. Mi colección de Astérix. El libro de poemas que me regaló aquella chica en una vida anterior. Los libros de texto con los que aprendí, con los que di clases.

Los amigos. Los de toda la vida. Los que siempre te cogen el teléfono aunque haga seis meses que no hablas con ellos. La sensación de reanudar la misma conversación. La mujer con la que todo pudo haber sido distinto. Un café, una copa, unas risas.

Mi vida. Lo que fui y de algún modo sigo siendo. Lo que ya no soy y a veces echo de menos. Lo que me alegro de haber dejado atrás. El lugar del que me fui hace tanto tiempo. El lugar al que siempre volveré.

Griego profundo


Sé que tengo mucho pendiente por comentar. Ha sido una semana muy intensa, llena de emociones fuertes; tanto, que para llegar al final hacía falta llevar casco (gracias Guillermo).
Pero la actualidad manda, como dicen los periodistas. Así que justo cuando empieza la segunda parte de la final, les cuento que la estoy viendo con narración... ¡en griego! Estoy en Atenas asistiendo a un curso sobre Bachillerato Internacional, ya por cuenta de mi nueva empresa, aunque aún no estoy en su nómina. Para hacerlo más gracioso, también asiste otra persona de mi colegio anterior, con lo que estoy paseando en grata compañía.
Ya contaré más, quizás a propósito de un nuevo lugar en que contar mis aventuras. Les dejo para seguir mordiéndome las uñas en el vestíbulo del hotel.
(Imagen: Blue against red)

Examen de Física


Mis chicos de Bachillerato se examinan mañana, por última vez. Es el último examen que pongo en mi colegio actual. Algunos de ellos, que se han quedado a preguntar dudas de último minuto, se han puesto muy pesados con que les diga las preguntas, qué va a entrar, qué más te da si es la última vez...
The answer, my friend, is clicking on the link...
(Imagen: "Too... many... notes... " por NinJA999)

La famiglia é molto importante

Los profes tenemos familia. Esto no es ninguna novedad; muchos alumnos se acuerdan de ella en muchos momentos, especialmente de las madres y los antepasados difuntos. Pero hoy voy a hablar de otro miembro (que no miembra).
Mi hermano Joan (con o, por favor; igual que mi apellido se escribe con b y no con v) es técnico de sonido, y entre otras muchas tareas, trabaja con un grupo de ska llamados Dinamo. Estuvieron en Madrid hace unos meses, y me lo pasé la mar de bien.Pues bien, los Dinamo se van mañana a hacer las Américas: en los próximos días participarán en el festival LA Sound System, y en un par de conciertos en México.
Joan (dice que) va a contar sus andanzas en un blog blog, así que lo he añadido a la despensa para quien quiera servirse. Eso sí, para comentar en MySpace hay que ser miembro, así que por ahora se tendrá que conformar con leerme aquí. Si alguno de ustedes pertenece a dicha sociedad secreta, no duden en saludarle de mi parte.
Para ir haciendo boca, les dejo con un video para que bailen ante sus monitores. Con ustedes, Dinamo:

Por cierto: esto no es amor fraternal. Es envidia cochina.

Actualización 19:15: Mi hermano ha visto la luz y se ha creado un blog como los dioses mandan. Corrijo el enlace anterior y la referencia en la despensa. Salut i bona música!

La física pasa de cuartos

Acabo de leer esto en mi RSS, y no me resisto a compartirlo. El impagable xkcd vuelve a clavarlo.


El título: Purity
Purity

Y por favor, muevan el cursor por encima de la imagen y lean el texto...

Cuatro: el petaflops

Una de trivial, y sin darle a la Wikipedia. ¿Qué es un petaflops? Opciones:

  1. La nueva canción del verano. Al fin y al cabo, estamos del Chiki-chiki hasta las narices...
  2. Una nueva golosina prohibida en Estados Unidos por sus propiedades levemente alucinógenas...
  3. Una práctica sexual irreproducible, descrita en un manuscrito recientemente descubierto, atribuido al Marqués de Sade.
  4. Una unidad de medida de la velocidad de un ordenador, que permitirá controlar los misiles yankis mucho más rápidamente (?)

La solución, aquí. Ya, las otras opciones eran más divertidas. ¿Alguien tiene una nueva definición?

¡Vamos Rafa!


Escribo esto poco después de que termine la final de Roland Garros. Comprenderán ustedes que me alegre que, una vez más, la ensaimada vence a la fondue... Pena no estar ya en Suiza para restregarlo por las narices de la gente.
(Imagen realizada por Viewmaker)

Una primera despedida

Tengo la sensación de que, desde que anuncié que cambiaba de trabajo, llevo semanas despidiéndome. Algunas de esas despedidas son algo más formales, y aquí intentaré llevar algunas de ellas.
La primera es un scoop, así que espero que Óscar no se enfade por publicarlo aquí antes de que su panfleto, manifiesto o revista vea la luz. Esto es lo que ocurre cuando a un profe medio depre le piden un artículo.

Tres listas de nombres

Ese día iba a cambiar mi mundo. Empezaba un nuevo trabajo en una nueva ciudad, en un idioma que no era el mío, con unos alumnos cuyas circunstancias personales eran muy distintas a las mías.
Y llegué a un aula, y pasé lista. Y descubrí que para ellos también cambiaba el mundo, y también era una nueva etapa, en un nuevo edificio, en un ambiente que no era el suyo. Montones de caras, de profesores, de normas, de aulas. Sobredosis de información para unos chicos de 11 años a los que todo les quedaba un poco grande.
Ese día cambió el mundo. Ese día era el 11 de septiembre de 2001.

La lista de nombres parece una letanía. Uno tras otro suben al escenario, recogen su diploma, sonríen para la foto, vuelven a su asiento. Sería fácil caer en la monotonía, pero para el observador muchos de esos nombres encierran una historia, y de casi todos tiene algún recuerdo que le hace sonreír. Esos pies que no llegaban al suelo desde la silla del aula de Informática. Ese experimento que salió horrorosamente mal. El canto nupcial de una ballena macho. Los chistes malos en clase de Física. Ese vídeo para un anuncio publicitario. Tantos y tantos conciertos. Las charlas en el pasillo sobre lo divino, y especialmente sobre lo humano. Las veces que tuvo que contestar “no lo sé” a las preguntas de alguna alumna. Ese brindis a las 3 de la mañana.
El observador sabe de los sueños y las ilusiones de muchos de esos nombres. En algunos casos sabe lo que les ha costado llegar hasta allí. Quizá lo único que lamenta es que no estén todos los nombres. No; de hecho, lo que lamenta es saber que no volverá a oír muchos de esos nombres. A menos que…

Cuando llegues al fondo de esa estantería, no tendrás ni idea de cuánto tiempo lleva ahí esa carpeta. No recordarás por qué no la tiraste la última vez que te cambiaste de casa, ni por qué sigues conservando papeles de un tiempo tan lejano. Con un poco de suerte, la tinta seguirá siendo legible. “Graduation Ceremony, May 2008”. Y volverás a leer esa lista; y sin saber por qué, irás a tu ordenador (o lo que sea que uses entonces para buscar información), e introducirás algún nombre al azar. Y entonces, quizás descubras pedazos de esa historia de la que te desconectaste tantos años atrás. Quiénes son ahora ricos y famosos, quiénes triunfan en el deporte o las artes. Te llevarás sorpresas, alegrías; y verás fotos que tu memoria intentará sin éxito conectar con las caras que viste. Seguramente ellos tampoco reconozcan tu cara… ¿ni tu nombre? Pero mientras vuelves a guardar la carpeta y decides que esta vez tampoco la vas a tirar, volverás a sonreír mientras piensas que una vez, cuando todo era posible para ellos, intentaste ayudarles a dar un pasito más. Y sabrás que todo lo de antes valió la pena.
Y volverás a pensar, como aquel día de mayo, en aquella vieja canción: “May you stay forever young”…

Entremés

Aquí empieza una extraña aventura. Tratar de contar la historia de un cambio y todo lo que venga después.
Yo tenía una granja en África... Bueno, no, yo tenía un trabajo en Madrid. De hecho lo sigo teniendo salvo que me echen en las próximas semanas. La cuestión es que dentro de unos meses dejo esto y me marcho a trabajar en Suiza. Dejo a mi montón de alumnos "abandonados" (eso dicen ellos) para encontrarme otro montón distinto. Puede ser divertido... ¿Me acompañan? Cojan su servilleta...